Un lugar único en el mundo

Estancia Colomé está construida sobre una historia de amor. Amor por esta tierra generosa, amor por el pueblo que la habita, por su apariencia, áspera y dura que en realidad esconde una profunda amabilidad. Amor por sus cielos plagados de estrellas, por su silencio inconmensurable y por sus suelos únicos que regalan algunos de los mejores vinos del mundo a alturas extremas.

Luego de varias horas de viaje atravesando paisajes que van mutando a lo largo de kilómetros finalmente se llega a un oasis remoto y cautivante, un lugar para dejar atrás el mundo y conectar con uno mismo.

Al final de un recorrido lleno de aventura, un hotel boutique de tan solo nueve habitaciones espera a sus invitados con todo dispuesto para gozar de una estadía inolvidable. Las visitas guiadas diarias a la bodega de Colomé, seguidas de una cata de vinos, permiten conocer en profundidad las técnicas de elaboración y los excepcionales vinos de altura que aquí se producen. 

Los numerosos viñedos (algunos se remontan a 1831) que rodean La Estancia se pueden descubrir a pie o, para los más aventureros, a caballo. Los senderos que rodean la finca dan la oportunidad de perderse y descubrir cascadas, el pueblo e incluso conocer a los lugareños. La piscina exterior ofrece un refrescante baño mientras se contemplan las increíbles vistas de la inmensidad de los paisajes circundantes.

Tanto en la bodega como en el restaurante de La Estancia se pueden degustar platos locales cocinados con ingredientes recién cultivados en nuestra propia granja. Desde la intimidad de las terrazas privadas, los huéspedes pueden disfrutar de las vistas a los exuberantes jardines de lavanda y cactus mientras disfrutan de una copa de vino.

El singular Museo James Turrell, situado junto a la bodega, es el único museo del mundo dedicado al artista estadounidense y sus instalaciones de luz, es una visita obligada para cualquier viajero que se haya aventurado hasta aquí.

Después de un día haciendo muchos nuevos descubrimientos, los huéspedes pueden disfrutar de la puesta de sol con una deliciosa picada y una botella de vino, ya sea, jugando una partida de bochas o simplemente contemplando la paz que reina en este maravilloso lugar donde el tiempo parece detenerse.

Desde su apertura, Estancia Colomé ha recibido visitantes de todo el mundo, familias que llegan para reencontrarse, parejas que buscan escaparse del mundo, grupos de amigos que encuentran aquí un espacio
para seguir descubriendo aquello que los une desde hace años y viajeros solitarios que viajan sin rumbo fijo.

Colomé ofrece mucho más de lo que uno se imagina

 

Connie Bearzi,
Gerente de Hospitalidad
Hospitality Manager