El secreto de la altura extrema

Al recorrer los alrededores de El Arenal lo primero que se viene a la mente es que aquí no puede crecer nada, no hay árboles, solo arbustos bajos, raramente llueve, las precipitaciones no llegan a los 120 ml al año y cuando corre el viento levanta una polvareda que golpea todo a su camino, tampoco podemos olvidar la intensidad del sol que se vuelve considerable a esta altura extrema.

¿cómo podía crecer algo en este lugar?

La respuesta se encuentra bajo tierra, el agua. A 200 mts de profundidad se encontraron napas subterráneas que alimentan el río Calchaquí y hacen posible el milagro.

Trabajar un viñedo de altura extrema como El Arenal, a 2600 msnm sobre el nivel del mar presenta un desafío constante y diferente a todo lo conocido. Pero son estas dificultades las que le imprimen a la uva esas características únicas. Creemos que los viñedos deben luchar por sobrevivir para producir las mejores uvas.

La amplitud térmica de alrededor de 23°C, con temperaturas mínimas que pueden llegar a los 8°, provoca que los frutos crezcan lentamente y se mantenga pequeños. La piel se vuelve gruesa a medida que la uva lucha contra los intensos rayos UV del sol y es allí donde se concentran los taninos que aportan el color y la intensidad a la uva. La altura también modifica los ciclos que suelen ser más cortos, hay un corrimiento de las heladas y eso hace que sea necesario agudizar más el ingenio para poder superar los obstáculos que impone la naturaleza.

La combinación de un suelo arenoso y profundo, pobre en materia orgánica y con poca retención de agua hará que la planta deba luchar para sobrevivir. Esa lucha, combinada con la altura dará un vino atípico, sorprendente, rico en matices. El viñedo que sufre da una mejor uva. La arena aportará una fruta muy marcada, muy precisa ya que al tener más piel, habrá más aromas y eso le da al vino la complejidad que lo
caracteriza, con notas más especiadas y una gran estructura. Los vinos de El Arenal tienen una mineralidad muy particular, típica del terroir que permite elaborar vinos muy frescos, con mucho cuerpo y una delicada
acidez natural.

 

Rafael Racedo
Gerente de Fincas Altura
Maxima y El Arenal
Vineyard Manager Altura
Maxima & El Arenal