Un viaje entre las nubes

Llegar a Colomé es una aventura, una travesía de horizontes siempre cambiantes que culmina con una recompensa mágica. Un viaje tan desafiante como espectacular que comienza con caminos sinuosos de selva verde, cruce de ríos en la temporada de lluvia e intensos tramos desérticos donde los cactus gigantes custodian el camino y el cielo interminable es la única constante.

Hay dos recorridos para llegar a Colomé y ambas rutas son testigos de la impresionante diversidad de paisajes. Una de ellas pasa por el pintoresco pueblo de Cachi y la otra por la hermosa ciudad de Cafayate, ambas reflejan todo el encanto de Salta. Para poder verlos ambos (y no perderse nada), ¡recomendamos tomar los dos! Uno de camino a Colomé y el otro de vuelta.

La ruta via Cachi comienza a través de la serpenteante carretera que atraviesa la Cuesta del Obispo y que tiene en Piedra del Molino, un mirador a 3500 metros de altura. De un entorno de tupida vegetación subtropical, el camino llega a una extensa planicie desértica dejando al descubierto el Parque Nacional de los Cardones donde el horizonte se llena de millones de cactus y se funde con el cielo. Aquí se tiene la sensación de estar conduciendo a través de las nubes. Antes de que te descuenta, estarás rodeado de llamativas formaciones rocosas multicolores que te llevarán por caminos secos y polvorientos hasta pasar por Cachi y llegar a Colomé.

Quienes hayan optado por la ruta que pasa por Cafayate, conducirán a través de formaciones rocosas, algunas de las cuales albergan la casa de miles de loros, y a lo largo de impresionantes ríos, para luego atravesar la majestuosa Quebrada de las Flechas hasta llegar a Molinos donde se unen ambos caminos. Este pueblo de aires coloniales parece detenido en el tiempo y allí se pueden visitar la hermosa iglesia y la casa del último gobernador español. En menos de una hora, por la ruta 53 luego de atravesar ríos y arroyos desérticos que en verano, por las lluvias, pueden presentar alguna dificultad, finalmente aparecerá Colomé como un oasis escondido en el Valle Calchaquí.

El viaje es una parte integral de la gran aventura de visitar este lugar mágico y único en el mundo, una experiencia que quedará grabada en el alma para siempre.